Ray K. Metzker fue un fotógrafo
estadounidense nacido en 1931. Su pasión por el mundo fotográfico empezó cuando
era joven; estando en la secundaria había formado parte del club de fotografía
de su colegio. Durante sus años universitarios, perteneció como integrante al diario
de Beloit College (universidad a la que había asistido), y donde su rol era
como fotógrafo publicitario. A lo largo de su carrera, Metzker realizó varias series
fotográficas. Investigando sobre estas, me llamó mucho la atención como se enfocaba
en capturar momentos ordinarios y cotidianos, y creando obras a partir de
estos. Además, su pasión por la fotografía en blanco y negro es algo que vemos
que mantiene a lo largo de los años. Cuando él comienza a fotografiar (aproximadamente
a mediados de los 40), la fotografía era en blanco y negro. Pero al pasar los
años, los avances tecnológicos empezaron a proponer el uso del color en la fotografía.
Sin embargo, parece que a Ray no era algo que le interesaba tanto, ya que sus
obras siguieron siendo en blanco y negro, y no se cansó nunca de experimentar
con esta técnica que a él tanto lo apasionaba.
En 1980, Metzker dejó de dar
clases tiempo completo en Philadelphia, y comenzó a dar clases part time en Chicago.
Durante sus viajes entre ambas ciudades fue cuando desarrollo su serie fotográfica
City Whispers (de la cual es parte la fotografía que estoy analizando). Esta
serie retrata las vivencias urbanas de la modernidad. Aunque Metzker se dedicó por
mucho tiempo a la fotografía publicitaria, sobre todo en sus años más jóvenes.
Esta serie, como algunas de sus otros trabajos, pertenece a una búsqueda artística
en su carrera.
En sus fotografías, Metzker juega
con las luces y las sombras para crear obras de arte a partir de personas atravesando
espacios y los edificios y estructuras que los conforman. En general, a la
serie la consolida la sensación de soledad y la alienación de los personajes dentro
de la luz en contraste con las sombras que se producen a su alrededor. Me
parece interesante como el autor utilizando herramientas simples puede generar una
sensación de fragmentación del personaje con respecto a su entorno.
En cuanto a cuestiones técnicas,
podemos descifrar que la cámara que utilizó es de tipo analógica. Primero
porque en el momento que fue tomada la fotografía no existía la digitalidad todavía,
y segundo por las texturas que posee la pieza. Esta fotografía fue tomada de
día ya que la luz que ingresa es natural. Esto lo podemos saber por como entra la luz
abarcando todo el espacio que se le permite. Al mismo tiempo, la fotografía fue
cuando empezaba o terminaba el día, ya que si no la luz iluminaría de arriba de
los personajes y no de costado. Al saber que fue de día, creo que el autor
utilizó una velocidad de toma y apertura media/alta, para no permitirle paso a
toda aquella luz que podría llegar a rebotar en los edificios, y así que las
formas que genera la sombra sean más definidas.
En conclusión, considero que esta
imagen es superlativa. Me encanta la forma en la que trabaja las sombras el autor
y como a través de ellas transmite una sensación. El contraste entre los blancos
y negros, donde estos últimos son los que predominan la imagen, llenan la fotografía
de un sentimiento de soledad. El lenguaje corporal de los individuos nos reafirma esto, el estar en
una parada de colectivo es un momento en que uno está solo, más allá de que
este rodeado de otros individuos. Al mismo tiempo, conociendo en contexto en el
que las fotografías fueron capturadas (entre viajes de una ciudad a otra), Metzker
logra hacer permanentes sentimientos transitorios.
Diagrama de luces.
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